En el país de las maravillas

lunes, mayo 08, 2006

Regresando...

Después de largos meses de silencio, me animé a volver a escribir un poco. Muchas cosas han cambiado desde la última vez que coloqué un post y en estos momentos tengo la resaca de todo lo vivido ultimamente. Lo más importante por decir es que la máquina teletransportadora que quería que se inventara para verte nunca funcionó y me cansé de esperar a que funcione. Una pantalla, un celular y uno que otro fin de semana en la clandestinidad como que ya no tienen mucha gracia. Bueno, nadie puede decir que no la luchamos y que por más que los pronósticos no eran optimistas, los superamos. Nadie puede decir que no pusiste de tu parte, que por más ocupado que estuvieras, siempre buscabas la forma de buscarme y encontrarme. Que lograste saber sobrellevar esta humanidad estresante unas veces, complicada otras y siempre cuestionadora. Nadie puede decir que no puse de mi parte a pesar de mi misma y de mis reglas, pero después de aquello ya nada fue lo mismo. Creo que ese momento fue el principio del fin y desde aquel entonces solo estabamos camino a la salida. No, yo estaba camino a la salida, tu aún no crees que ya cerré la puerta.

Lástima no? Pero nadie sabe lo que va a suceder y no hay nada seguro en esta vida. Ahora ya no siento rencor ni deseo de empatar el score. Esto ya esta superado y genuinamente puedo decir ego te absolvo. Y que bien se siente verte hoy y no tener esa materia turbia en el corazón. Y saber que seguimos siendo tu y yo y que me ves con esa mirada limpia que me capturó desde el primer día y que desde entonces, hizo que me sintiera en casa. Disculpa si no se tratarte ahora, si en mis intentos por establecer los nuevos límites de lo que representa el nosotros soy torpe, insensible y egoísta. No es mi intención, es solamente que al igual que tu, no se qué hacer. Disculpa si ultimamente te he comparado con otro, uno de aquellos que aparece en la vida de toda chica en edad de merecer y que a las finales, no la merece para nada. No te preocupes, esa breve experiencia, en lugar de alejarme de ti, siento que me aproxima. Pero no me quiero apresurar, lo último que quiero es hacerte daño con mis vaivenes emocionales.

Ahora solo tengo gratitud para ti. Y son tantas las cosas que tengo que agradecerte que no alcanzaria la web para hacerlo. Sin embargo haré ese pequeño ejercicio, pero en otro momento. Por ahora solamente te digo gracias y no te vayas nunca.